viernes, 20 de abril de 2012


RAZON ANTES DE SER
Antes que las gotas caigan al suelo
y erosionen la idea absurda
de estar en pie.

Antes que extraiga de sus bolsillos
el último centavo que me queda
y mis propósitos se difuminen en los
minutos desgastados por las agujas
del reloj, quiero decirte
no soy puente que llegue a lo Eterno.

Antes que nazca la esperanza
de encontrar razones de continuar,
las piedras serán movidad del camino
y el cierzo dejará de colarse por las
rendijas de la puerta.
Las ventanas serán abiertas
e indefinidos rostros quedarán grabados
en tu mente como metáforas mal hechas.

Las copas de los árboles sombrearán praderas
y debajo de ellas como rumiantes animales
retozarán los recuerdos prendidos de rosas y
corazones al aire.

Me acordaré de la dicha de haberte conocido
y te diré: ¡No soy castillo donde refugiarte!,
¡No soy monasterio donde rezar!.

Espera entonces su Divino Rostro,
Él sera el puente que te lleve a lo Eterno.
A tu razón, antes de ser.

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