domingo, 22 de abril de 2012


MIRA HIJO
Mira que la vida se agiganta a cada paso que das.
En cada resquicio del tiempo puedes quedar sujeto a una nube
o atarte a una hoja de encino y volar sobre termales como las
rapaces de alas negras, aquellas que llegan a las fronteras
del cielo.

Mira que también puedes tropezar con tus propios cordones y
sujetarte de aquellos zapatos que no te corresponden, caminar
arrastrando jirones de tus ruedos y caer en los caños de agua
de lluvia.

Mira que las mañanas te pueden llegar con el sol sobre tu cara
o con la luz a tus espaldas, mientras decides de qué lado quieres que te alumbre el Astro Rey.
Y hasta la noche se puede camuflar con la luna en el sendero, o a centímetros no ver nada y palpar el vacío.

Puedes hacer caso a las palabras escritas y pronunciadas por este
bardo insulso, o por la simplicidad de un padre que quiso contarte historias bonitas, alegres tonadas de la vida , u omitir el significado oculto de este mensaje que poco o mucho puede aportar a tu mente hijo mío y que ahora rebelo en la extensión sagrada del papel.

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