sábado, 21 de abril de 2012



NAVEGANTE SIN RUMBO

Con su dura coraza navega sin rumbo sobre la cresta de las olas, en un ir y venir constante .
Día tras día, noche tras noche, siguiendo la ruta de las Pléyades. Sobrevolado por gaviotas en la mañana,
amparado por densas brumas en el ocaso. A veces choca contra los arrecifes, sin despedazar su casco, que tan duro es, sobre la superficie le hace permanecer. Corrientes cálidas atraviesa, enfriado luego por turbias aguas, vientos del norte, aires del sur. Después de miles de kilómetros de surcar tormentas y a Poseidón retar, se entierra y surge a la vida. Adivina ¿qué es...?


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