domingo, 12 de febrero de 2012



VOLVER A SER NIÑO

Volver a ser un niño, cortando dientes de león
que luego lance al viento y
perseguirlas, cuadras después.

Volver a cortar el aire con varillas de bambú
que ice luego a manera de pendón,
martirizar con ellas antiguos cafetales
y arrancar de cuajo sus rojos frutos.

Volver a sentarme a orillas de algún puente
a escuchar las cantarinas notas de sigilosos ríos,
contaminados ahora con podredumbres de ciudad.

Escuchar de nuevo el canto del yigüirro,
en las copas de lo árboles susurrándome al oído
una nostálgica canción de amor.

Volver a rodar carritos de madera
que sobre la misma acera mis amigos envidien.
A esperar que la tarde llegue con el sol a cuestas
y una sonrisa ancha que sobre la vereda lleve,
mis pasos torpes a ningún lugar.

Volver a jugar al trompo, la rayuela y a la cuerda,
a golpear los cromos con mi pequeña palma,
jugar a la casita con la pequeña vecina
que quizás se ha ido, o quizás ya no está.

Volver a tener hermosos sueños,
a esperar en silencio que la lechuza salga
temerosa a ulular.
A contar estrellas a saber amar.

Volver a ser un niño, ahora que estoy viejo
y ahora que estoy viejo soñar cual si fuera un crío.

Volver a romper quimeras como en mis primeros años,
eso es lo que quiero antes de partir.

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