CARDOS SIN ESPINAS
Las
sonoras piedras del arroyo
sabran de mis pasos en su lecho.
Como torrentes ocultos casi silentes
la sabia de mi existencia se apiadará
de mis ayeres.
El olvido se sumergirá en las tranquilas
aguas del recuerdo.
Ya no miraré las nubes con desprecio.
El sol parecerá menos templado en las mañanas.
Los carámbanos ya no colgarán de mis aleros
y como gato negro maullaré a las luciérnagas en el sereno.
No será la aurora el pretexto para levantarme.
Soñaré con tiempos mejores y en las hojas de un gran ceibo
colgaré mis temores para que el olvido señoree
entre cardos sin espinas.
sabran de mis pasos en su lecho.
Como torrentes ocultos casi silentes
la sabia de mi existencia se apiadará
de mis ayeres.
El olvido se sumergirá en las tranquilas
aguas del recuerdo.
Ya no miraré las nubes con desprecio.
El sol parecerá menos templado en las mañanas.
Los carámbanos ya no colgarán de mis aleros
y como gato negro maullaré a las luciérnagas en el sereno.
No será la aurora el pretexto para levantarme.
Soñaré con tiempos mejores y en las hojas de un gran ceibo
colgaré mis temores para que el olvido señoree
entre cardos sin espinas.
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