viernes, 24 de febrero de 2012



TU VOLUNTAD

Aún cuando mi naturaleza humana pide a gritos hacer lo que quiero,
te suplico mi Señor, se haga tu Santa Voluntad.
Aún cuando mi corazón se inquiete por cosas banales,
asuntos terrenos, te suplico mi Señor,
se haga tu Santa Voluntad.
A fuerza de templar mi espíritu te pido mi Señor suavices mi alma.
¡Hazme bueno!, no permitas que me hunda en la desesperación.
Enséñame a amar y a perdonar, a no guardar rencor contra el que sin querer me perjudica,
por el contrario muéstrame en los ojos de mi prójimo tu Misericordia Divina.
Me entrego en tus manos.
Déjame recostarme en tu hombro, hasta que la mañana ilumine mi frente,
se disipen las brumas y el resplandor en la hierba
me haga de nuevo sentirme vivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario