sábado, 21 de enero de 2012



TE SORPRENDI MIRÁNDOME

En una mañana fría,
te sorprendí mirándome,
agostando mis miedos,
al borde del hastío

Fue al calor de tu mirada,
la que hacía tiempo había olvidado,
que el recuerdo de tu amor
jamás se había marchitado.

El viento volvió a susurrarme
canciones al oído, acordes
de guitarra, sonidos de algún grillo;
que en silenciosas noches, ahogamos
en un grito, gemidos de caricias
en sábanas de lino.

Me sorprendí mirando entonces,
tus ojos de ámbar fino
tus vestidos traslucidos,
tu cuerpo contra el mío.

Como un sueño hecho rocío,
caímos en la hierba.

Amanecieron nuestros besos,
anochecieron los delirios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario