AUN
Soñé que en la pálida desnudez
de tu cuerpo, absorbía
la esencia de una
caricia.
Me dormí en un sueño de humanos
y desperté en uno de dioses.
Me creí eterno y rocé tus aristas
con la tenue luz de mis ojos.
Me
cubrí de amaneceres
y en tu cielo desperté
soñando que soñaba contigo.
No era un sueño,
me di cuenta que
aún estoy,
aún estás.
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