Ahora que mi hora llega
aquella de esperar sin penas.
Ahora que me tengo solo y mi alma
a la luz se acerca.
Recordar tu forma quisiera
de entender la vida cual fiesta.
Como una danza de estrellas
que en el infinito pasean.
¡Inundar tus oidos de alegres canciones
y tus pupilas azules de acuarelas y soles!.
Para que no me dejes solo, sin que pronuncie
tu nombre, y me duerma en tu pecho
cuando el amanecer se me esconde.
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