Quedaban pocos metros para que la banda corrediza condujera a los turistas hasta la sala de exhibición de objetos del siglo XXI. Manfred y Harrison amigos inseparables de la infancia se salieron del grupo y llevados por su instinto de exploradores se adentraron por un pasillo algo lúgubre y frío, hasta que se vieron imposibilitados de continuar por el obstáculo que resultaba la pared final del museo. A la derecha del recinto e iluminado por unas holográficas luces láser se hallaba una urna de cristal en cuyo centro se observaba una extraña pieza, parecida a una roca o fósil. Si leían la información impresa en el costado inferior de la urna se dejaba ver que se trataba de un antiguo fragmento de pan que fue desenterrado precisamente en el lugar que fue la cuna de la Civilización, en el llamado Cercano Oriente y que debido a la última hecatombe nuclear sucedida a finales de 2987, representaba el último mendrugo que se conservaba casi intacto debido a los efectos momificadores que permitieron mantener sus cualidades hasta el día de hoy.
Corría el año 3025 de nuestra era y los amigos habían quedado atónitos ante el descubrimiento del último trozo de pan que quedaba en la Tierra. Sin más que esperar dieron varias vueltas alrededor de la vitrina para observar mejor los contornos de la pieza. De repente e impulsado por la curiosidad que le había traído a este lugar y a sus conocimientos en historia antigua Harrison se dirigió a su amigo con estas palabras:
- "Sabías que prácticamente la historia de la humanidad redundó en el desarrollo que la elaboración del pan tuvo por siglos. Las primeras civilizaciones basaron su economía en el empleo de los granos de... (cerró los ojos para recordar la palabra.) ¡trigo!, quien proporcionó el alimento suficiente para sustentar a las poblaciones en crecimiento. Alrededor de un buen pan y alguna bebida, las familias se reunieron por décadas y siglos a transmitir de generación en generación el arte de hablar y los valores necesarios para mantener la unidad entre ellos.
Hoy en día, son pocos los que intentamos conversar, reir o soñar. La conversación es un fenómeno que casi ha caído en desuso. Además el pan desapareció hace siglos de la mesa de las familias. Hoy todos los alimentos son capturados en cápsulas que se hidratan y nuestros estómagos se han adaptado a consumir comidas procesadas en forma artificial. El pan se ha reducido a una simple pieza de museo.
Durante milenios incluso fue el signo de unidad religiosa. Cuando las personas aún creían en Dios conmemoraban la última cena del llamado Jesucristo, el Mesías, repartiendo un tipo de pan que llamaban Hostia durante una ceremonia que denominaban Misa o Asamblea.
Campos enteros de trigo eran sembrados en muchos países de clima templado. Hoy por el sobrecalentamiento global es imposible hacerlo, ni siquiera en los invernaderos de Fobos se ha logrado cosechar suficientes hortalizas, mucho menos en pensar en granos de trigo que ni siquiera existe. Ahora es una planta totalmente extinta".
La conversación fue interrumpida por uno de los guías del museo que preocupado por el extravío de los visitantes decidió ir a buscarlos. Se acercó a ellos e igualmente observó la vitrina que contenía el último mendrugo, aspirando profundamente exclamó:
"¡Una extraña pieza de museo! ¿no?"
Manfred y Harrison se miraron a los ojos y como unidos bajo una sola palabra pronunciaron:
-"Es cierto"
El guía los invitó a salir el recinto. Después de esa visita al museo, a los dos amigos les pareció más moderna su ciudad.
Corría el año 3025 de nuestra era y los amigos habían quedado atónitos ante el descubrimiento del último trozo de pan que quedaba en la Tierra. Sin más que esperar dieron varias vueltas alrededor de la vitrina para observar mejor los contornos de la pieza. De repente e impulsado por la curiosidad que le había traído a este lugar y a sus conocimientos en historia antigua Harrison se dirigió a su amigo con estas palabras:
- "Sabías que prácticamente la historia de la humanidad redundó en el desarrollo que la elaboración del pan tuvo por siglos. Las primeras civilizaciones basaron su economía en el empleo de los granos de... (cerró los ojos para recordar la palabra.) ¡trigo!, quien proporcionó el alimento suficiente para sustentar a las poblaciones en crecimiento. Alrededor de un buen pan y alguna bebida, las familias se reunieron por décadas y siglos a transmitir de generación en generación el arte de hablar y los valores necesarios para mantener la unidad entre ellos.
Hoy en día, son pocos los que intentamos conversar, reir o soñar. La conversación es un fenómeno que casi ha caído en desuso. Además el pan desapareció hace siglos de la mesa de las familias. Hoy todos los alimentos son capturados en cápsulas que se hidratan y nuestros estómagos se han adaptado a consumir comidas procesadas en forma artificial. El pan se ha reducido a una simple pieza de museo.
Durante milenios incluso fue el signo de unidad religiosa. Cuando las personas aún creían en Dios conmemoraban la última cena del llamado Jesucristo, el Mesías, repartiendo un tipo de pan que llamaban Hostia durante una ceremonia que denominaban Misa o Asamblea.
Campos enteros de trigo eran sembrados en muchos países de clima templado. Hoy por el sobrecalentamiento global es imposible hacerlo, ni siquiera en los invernaderos de Fobos se ha logrado cosechar suficientes hortalizas, mucho menos en pensar en granos de trigo que ni siquiera existe. Ahora es una planta totalmente extinta".
La conversación fue interrumpida por uno de los guías del museo que preocupado por el extravío de los visitantes decidió ir a buscarlos. Se acercó a ellos e igualmente observó la vitrina que contenía el último mendrugo, aspirando profundamente exclamó:
"¡Una extraña pieza de museo! ¿no?"
Manfred y Harrison se miraron a los ojos y como unidos bajo una sola palabra pronunciaron:
-"Es cierto"
El guía los invitó a salir el recinto. Después de esa visita al museo, a los dos amigos les pareció más moderna su ciudad.
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