FORJANDO ALEGRIAS
En la somera tela del viento,
dos alas se
sumaron a la alegría,
de arrebolados matices de colores
se volvieron
nuestros rostros a la
vida .
Amarillados por un sol que
desvanece
y una noche
que apresura, la dicha de tenerte
entre mis
brazos,
colmaron mi presencia de ternura
Ahora sé que la alegría no
nos es
dada a los mortales por el simple
hecho de merecerla; se forja cada
día
en la mordaz fuente de las pruebas,
en el crisol de la
desdicha.
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