domingo, 29 de diciembre de 2013



CAMINANTE

Camino adelante
sin mirar atrás
Avanzo seguro
aguardando que
al ritmo de mis pies
nuevas formas conocidas
aparezcan en el campo
abierto de mi visión

Ocultando añejos temores
reconozco verdades aun no
reveladas. 
Mis extremidades
me llevan al retorno perenne
de mis iniquidades;  mientras
reconozco que  la sublime mano
de mi Creador moldea
mis torpezas. 

Todo esto sucede
mientras las horas me consumen.

Mientras a cuestas recorro,
la interminable senda de mi vida


"Mi fe se sustenta en la verdad absoluta de Dios y en la relativa verdad de una iglesia que aún desconozco".
                                            Revelado en Sueños


viernes, 19 de julio de 2013


Entre comillas

Por  narrar mi tempranero  pasado con anochecidas
palabras, olvidé que en las tardes acostumbraba
escribir en  tu cuerpo.

Aguarde en la madrugada  
mejorar mi ortografía en tu lecho.
Subraye tu sonrisa,  puntualicé entre
besos someras comillas: “¡aquí
estoy de regreso!”  
No me he ido,  no soy  ya silencio. 

Entonces susurraste en mi oído
aquella interrogante  de siempre:
“¿Me quieres?”  
Es cuando busqué entonces entre suspensivos puntos y
rebuscados versos   la universal respuesta:
“¡Si mi amor, claro que te quiero...!”  


miércoles, 12 de junio de 2013


POR LA CRUENTA FORMA

Por la cruenta forma de
valerse de apariencias
 las mentiras se descubren
 en las absurdas
quimeras que los tiempos juzgan
como someras verdades ,recluidas
en los anales  mismos de la
Historia, en espera que mis
necedades se conviertan en
acciones plausibles antes
de morir de viejo, sin que alguna enfermedad
me juegue una mala pasada, o el aburrimiento
transgreda mi cotidiana existencia.

No podrá entonces la calamidad detenerse
en los bordes del abismo a esperar que
la indecisión de dar el paso en falso se
transforme en el camino a seguir como
si fuera lo correcto o el único nombre
que pronunciar. 

Como si estuvieras a mi lado
desde los días en que volábamos
a la luz de los carbunclos en  penumbra, mientras
 la luna se colaba entre los cipreses y una nota
rasgaba en tu cuerpo desde la  guitarra de
mis manos.



ENTRE

Entre ser y estar
Prefiero haber.
Haber vivido un solo instante
sin arrepentirme luego,  de ser
lo que no quise ser.

Entre soñar y reír,
prefiero despertar
y reírme de lo que soñé,
antes que la pesadilla de
encontrarme con la realidad,
detenga mis intenciones de soñar
despierto.

Entre ir y volver
prefiero quedarme
a contemplar la luz de la mañana,
que se me cuela en los párpados;
mientras decido a donde ir, desde el
letargo de mis pensamientos.

Entre existir y morir
prefiero volver al origen de
mis trasnochadas ideas,
para existir sonriendo,
mientras de recuerdos, me muero

Es la palabra ENTRE la que
aturde mi mente.
Es suplicio de siempre.

Es canción disidente.

miércoles, 17 de abril de 2013



Me anegué de tus amores 

De luces y transparencias
el cielo se colgó de la cornisa
misma de las nubes y
en la solariega tarde  de
tu sonrisa me encrespé  de
Alegres festones.

Sin amarras volé entre tus
alas y me arrullé de tus canciones.
levanté la mirada sobres  tus azules
montes y me llené de fresca hierba
arrebolada de mil flores.
Sumergí mis labios
 en el rocío de la noche
para atardecer de nuevo
en tu cándida sonrisa
de piel fresca en la mañana
me  anegué de tus amores. 

sábado, 30 de marzo de 2013



NOCHE MISTERIOSA
(Pascua de resurrección)

Noche misteriosa,
hermosa por su presencia,
de luces en altares
de velas encendidas
de fuego en las entrañas
de aguas bautismales
de amor en sacrificio.
Noche hermosa
Paso de  oscuridad a la vida
de alegría y resurrección.
Noche divina
de incienso,
unción y cenizas
de un madero que ya
no sostiene a un muerto
ahora hay un hombre de
pie, el "Mesías resucitado"
Noche misteriosa
Noche de alegría.

viernes, 29 de marzo de 2013



BORRAR PALABRAS
Borrar palabras es como remendar lo dicho en el sitio preciso de la encrucijada, donde nada se pronuncia  y todo se propala.
Convertir la vergüenza de haber enunciado blasfemias,
en la afonía misma de las gargantas.

Borrar palabras es volver al inmaculado blanco de las páginas.
Al principio mismo del silencio eterno de la nada.
Pronunciar de nuevo lo que me cuelga del alma.
Desandar lo dicho, abordar la calma.
Es empezar de nuevo,  es volver al alba.

jueves, 28 de marzo de 2013



¿DE QUÉ COLOR?

En la banca de un parque cierro mis ojos, escucho el viento rozar las jacarandas.  Al abrirlos el mundo ahora es lila. Al cerrarlos de nuevo el ruido de un auto aturde mis oídos, poco a poco la luz de la mañana se sumerge en las cuencas de mis ojos, veo a la distancia el humo de aquel auto, el mundo ahora es gris.  ¿De qué color será en el siguiente parpadeo?




DEJARLO TODO

Dejarlo todo cuánto quisiera.

Abrir la celda, poder volar.

Cortar la cuerda de mi comenta.

Vivir sin penas, hasta cantar,

Una canción de tregua a mis amigos,

De pasos firmes en los Caminos,

De ramas altas que me den cobijo,

De alfombras de hojas en qué retozar.

Pero aún no es mi hora de alzar el vuelo,

Soy remedo de hombre entre los miedos

De suplicar de hinojos al mismo cielo

Alcanzar la dicha de volver andar.

Vivir la vida sin mirar atrás. 

sábado, 23 de marzo de 2013



LA RAMA DE OLIVO

Mi baja estatura me impedía mirarle; sólo recuerdo a una muchedumbre ansiosa seguir a aquel personaje montado sobre un burro, camino a Jerusalén.  Recuerdo también como algunos hacían alfombras de sus propias vestimentas para que el extraño con su animal de tiro no pisara el polvoriento suelo del desierto.  Supongo que desde las alturas de Betfagé *, los vítores y hosannas se escuchaban como una sola masa viviente de acordes unísonos: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor”.  Yo permanecía aturdido entre tanta gente y a mis escasos siete años, no comprendía nada de los que sucedía.  Sólo seguía presuroso a mi madre, que angustiada deseaba a toda costa encontrarse con aquel humilde hombre de sencillas vestiduras.  En un momento y antes de llegar a la vía principal que conducía a la ciudad nos topamos con  el tronco desnudo de varias palmeras cuyas ramas ya ni existían, pues muchos ya las habían arrancado de cuajo para levantarlas como pendones al paso de aquel hombre.  Por más que rebuscamos entre arbustos espinosos, palmeras y árboles, no encontramos nada digno de ofrendar.  Después de minutos de tan infructuosa búsqueda decidimos recoger del suelo una seca rama de olivo que de ninguna manera presentaba signos de vida.  Por lo menos; pensamos, esa desvencijada cepa se confundiría con las frondosas ramas y flores que aquella humanidad regalaba a ese individuo.  La tarde caía y Jerusalem era toda fiesta.  Recuerdo más de un compañero de mi barriada llevar en sus manos ramitas de palmera con dátiles aún colgando de ellas, las que alzaban al son del viento como papalotes en vuelo.  La mía era una vetusta rama de olivo. 
Permanecimos mi madre y yo de pie cerca del sendero donde seguro pasaría nuestro extraño personaje, distraído con la idea de que cuando regresáramos a casa jugaría de nuevo con mi perro y mis juguetes de madera.  Absorto en esos pensamientos no había reparado que al paso del esperado protagonista un trozo pequeño de su manto se quedó prendido de la rama que alzaba en mis manos.  Quise seguir con la mirada a aquel hombre pero sólo logré divisar una de las orejas del burrito que montaba y cientos de palmas que terminaron de cubrir al peregrino.  A mi derecha vi a mi madre con un rostro resplandeciente de satisfacción… ¡Era toda alegría!
Miro ahora con mi desgastada vista después de tantos años que el Señor me ha dado, aquella vieja rama de olivo que de pequeño sembré.  En ese entonces estaba convencido que de ella brotaría un hermoso árbol; mismo que tengo frente a mí. Ahora comprendo quien era el personaje que aquella tarde de mi lejana infancia entró triunfante por los pórticos de Jerusalem.  Reconozco ahora porque mi madre y yo desesperadamente buscábamos ramas para salirle al paso entre himnos de júbilo y esperanzas de tiempos mejores. Ahora estoy consciente de que aquel extraño personaje era el Mesías, el Cristo, el Cordero de Dios. Me dirijo entonces a mi cuarto y del viejo baúl de ébano extraigo el trozo de tela que se desprendió de la túnica de aquel sencillo hombre que de pequeño miré extrañado por qué iba montado sobre un humilde burrito y toda una muchedumbre alababa su presencia. Lo acerqué a mis labios, lo besé y después de volverlo a colocar con devoción dentro del cofre,  me acerqué a la ventana a mirar como el sol se ocultaba detrás del frondoso olivo que hacía tiempo sembré; no reparé que de mi ojo derecho una descuidada perlita se había desprendido, humedeciendo el frío suelo de mi habitación…
Jerusalem año 103 después de Jesucristo.

*Monte de los olivos

viernes, 22 de febrero de 2013



EL DAÑO

Vi entre la hierba, un  retoño de amapola que recientemente desplegaban su hermoso color escarlata al sol.

Lo quise arrancar por el solo hecho de entregarme al placer de oler su exquisita fragancia.

Así lo hice mientras pensaba para mis adentros:
“¡A nadie hago daño con esto!

Esa tarde, la abeja, la mariposa y el colibrí notaron la ausencia de aquella hermosa flor… 



RETAZOS DE ESENCIA.

¿Qué es el hombre al final de sus días?

Vanidad hecha briznas sobre una piel ya inerte.

Madeja de orgullo en oscuro subsuelo.

Glorias pasadas en olvidados cementerios.

Así es el hombre al final de sus días. 

Una ínfima partícula.

Un retazo de esencia... 

domingo, 10 de febrero de 2013



MIENTRAS TANTO SIGA VIVO

Masticando pensamientos
con la rabia de no ver el camino,
un día  encumbré mis deseos,
a la altura de lo escrito.

Escribí de hombres que no
mastican pensamientos, sino
de hambres pegados a los basureros.
De mujeres pariendo soledades
y niños sin escuela ni recreos.

Escribí de gobiernos asesinos
y líderes que  levantan puños en
los púlpitos por un Dios que se
desangra.

Alcé mi pluma, más de una vez
para tachar de negro
palabras que no quise pronunciar:
Guerra, muerte y esclavitud.
Odio, avaricia e intolerancia…

Escribí  también de desamores,
traiciones  y olvidos. 
De tristezas, añoranzas y fatigas;
pero aún no olvido que mi pluma,
escribe lo que yo también le exijo.

Aún controlo mis manos,
y del lienzo de mis papeles
dibujados están mis amores:
Tardes bellas en los abrojos,
sonrisas francas de los niños
y amaneceres cálidos en alguna piel.
¡Me doy cuenta que aún puedo escribir,
mientras tanto siga vivo..!



sábado, 9 de febrero de 2013



“No hay peor tragedia
que estar sujetos
al tiempo,
en espera de que la
vida nos de
una oportunidad,
cuando esta ya
se nos había presentado
minutos atrás, distraídos
por mirar las agujas del reloj.”   



"No toda palabra que nace 
del corazón, pasa por el cerebro"

domingo, 3 de febrero de 2013


 


MI DESTINO

Como luciérnagas que alumbran los caminos
Como el viento alado en las copas de los pinos
Tu alma libre corre en mis venas

Como amor prendido del ocaso
Voy dejando gotas de recuerdos
Sobre tus blancos vestidos.

Y mis manos buscan ansiosas
Verter el agua de mis ojos
Sobre el fino lienzo de tus rizos
Alegrarme de nuevo
De encontrarte en mi destino



PUERTAS ABIERTAS

Miro puertas que se abren, otras que se cierran.  Ventanas que transparentan cotidianidades, voces de niños llorando, canciones que alguna vez escuché en lejanos años; luces en las faldas de antiguas montañas que me recuerdan que el presente siglo ya llegó a esas inmensidades; mientras sentado en el asiento de algún autobús la noche cobija mis pensamientos los convierte en palabras que garabateo con cada movimiento serpenteante de esta máquina rodante y que en cada bache del asfalto los caracteres mal logrados intentan contar una historia.   Me doy cuenta que la nocturnidad me  atrapa en este breve relato.
Miro puentes que sostienen vías, edificios por todos lados; luces de neón e innumerables  elementos propios de cualquiera de nuestras  urbes, mientras a mis oídos siguen llegando melodías de antaño.
El viento a través de los ventanales rodea mi cuello y me hace estremecer.  Continúan llorando en afán de súplica los niños que escuché hace pocos minutos atrás.
Termina mi corto viaje.  Al abrirse las puertas del autobús me doy  cuenta de que el camino a casa acaba, salgo de él y al mirar el árbol de poró que sostiene una cerca y que me sirve de referencia  para demarcar el lugar; me alegro de saber que detrás de la puerta que acabo de dejar, hay otras que me invitan a entrar. 
¡Aún hay puertas de hogar que se abren para mí!
Me recibe mi esposa después de un día de trabajo…



MI SEÑOR

Señor estoy solo y el frío arrecia.
Señor estoy donde no quiero estar.
Acompáñame para no perder mi senda.
Señor creo que me equivoqué y mis pasos
me conducen entre zarzales, cardos y maleza,
que no me permiten divisar el correcto camino.

Señor oscurece y mi corta vista no alcanza la Luz de tu mirada.
Sé mi faro, mi linterna en la bruma.
Señor escucho voces en todas partes
que aturden mi paz.
Sosiega mi alma con tu dulce voz, o al menos
sé el trueno que silencie las voces cotidianas; las que me alejan de lo bueno, lo afable, lo divino.
Señor  sé mi dueño, no me dejes
¡Acompáñame! .
Echa fuera de mi el miedo…
El que impide acercarme a Ti…
Señor… mi Señor…

viernes, 25 de enero de 2013


 

Delante de mis ojos

Mi corta vista me impide mirar más allá de las arboledas lejanas, las montañas azules y las nubes que a lontananza me parecen mechones de algodón, rizadas por el viento.  Me coloco los lentes y la vida vuelve a ser afable. Lo lejano se acerca, lo opalino se transparenta y el color inunda mis pupilas.  Se alzan aves en los cielos y el sol brilla más que minutos atrás. El verde es más verde, el amarillo lo es más.  Y la tarde me invade con su gama de rojos y naranjas hasta quemar el aire.  Es sorprendente que cristales delante de los ojos cambien vidas, transformen espacios y permitan admirar el diorama de la creación con más intensidad.  Lástima que los humanos, incluyéndome a veces  preferimos mirar el gris de las aceras y el oscuro asfalto de las calles para evitar pensar en que todo lo que nos rodea tiene un dueño, el Ingeniero de las formas, el Arquitecto de lo creado.


ASÍ TE QUIERO YO

Nada tengo sin que medie
tu mirada. 
Sonrisas al viento, alegrías
escondidas en el abismo oscuro
de tus ojos , aquel de luces en
las mañanas y sombras en la noche.

Clamores de silencios en la tarde
dulzura de manos que se acercan
en el lazo indisoluble de un encuentro.

Como buscar pretextos para estar contigo.
sin tener nada que mediar, sin mediar nada
que temer.

Así te quiero yo 

viernes, 18 de enero de 2013



ATARDECER EN AGONÍA

Le hablaré a las piedras
A la lluvia y a las flores
De todo aquello que no te dí

Rebuscaré en la cárcava
La voz perdida de los tiempos
Las alas diáfanas de la briza
Para colmarte de azahares luego
En la penumbra fría de tus caricias.

Moriré luego a tu sonrisa para vivir
Llorando tu partida
Como crisálida a toda prisa
Atardecer en agonía.


martes, 15 de enero de 2013



SOY JUSTO
(monólogo reiterativo)

Soy Justo, vivo  detrás de la quebrada.
Tengo derecho a vivir, y vivo de mi trabajo.
Trabajo recolectando lo que los demás desechan;
desechos de comida, basura plástica y botellas de vidrio,
vidrio azul, verde y transparente, latas de aluminio y llantas usadas.
Usada las cosas, los hombres las desechan.  Así como un desecho a veces me siento yo. 
Yo deseo que los gobiernos pongan atención a los niños que andan en las calles pidiendo.
Piden limosna y comida para vivir.
Vivir así no es vivir, es solo sobrevivir. 
Recuerdo que sobreviví a dos accidentes automovilísticos, y a una bala perdida que me dio en el estómago, cuando malos vecinos discutían.
Discuten en el parlamento leyes en contra del maltrato animal, pero poco hacen por erradicar el maltrato a los pobres.
Pobre es el que vive en esta situación,  pero más pobre el que tiene y no comparte.
Compartir es quizás la solución a los males de la sociedad. 
La sociedad debiera compartir la riqueza por igual. 
Igualdad es que haya derechos para todos. 
Todos gozarían de derechos si las leyes fueran más justas;
Justo es mi nombre y vivo detrás de la quebrada…