MIENTRAS TANTO SIGA VIVO
Masticando pensamientos
con la rabia de no ver el camino,
un día encumbré mis
deseos,
a la altura de lo escrito.
Escribí de hombres que no
mastican pensamientos, sino
de hambres pegados a los basureros.
De mujeres pariendo soledades
y niños sin escuela ni recreos.
Escribí de gobiernos asesinos
y líderes que levantan puños en
los púlpitos por un Dios que se
desangra.
Alcé mi pluma, más de una vez
para tachar de negro
palabras que no quise pronunciar:
Guerra, muerte y esclavitud.
Odio, avaricia e intolerancia…
Escribí también de
desamores,
traiciones y olvidos.
De tristezas, añoranzas y fatigas;
pero aún no olvido que mi pluma,
escribe lo que yo también le exijo.
Aún controlo mis manos,
y del lienzo de mis papeles
dibujados están mis amores:
Tardes bellas en los abrojos,
sonrisas francas de los niños
y amaneceres cálidos en alguna piel.
¡Me doy cuenta que aún puedo escribir,
mientras tanto siga vivo..!