NAVIDAD.
Cuelgan esferas de olorientos árboles de ciprés
y ovejas se
ocultan entre el musgo
de los
portales.
Afuera el
cierzo se cuela por las rendijas
de las
puertas,
mientras de
las estufas
el olor a
tamal y café inunda las cocinas.
Cristalinas mañana en los senderos.
Tardes
arreboladas entre las colinas.
Recuerdos de
quienes ya no están.
Alegría de
un niño por nacer.
Villancicos
lejanos que llegan a mis oídos.
Cintas de
regalo y envolturas en el suelo.
Sonrisas
infantiles en las calles y luces de
Bengala son instantes retratados de la
Navidad de
mi tierra, la del ombligo mismo
de mi
infancia que con nostalgia espero, toda vez
que me cuelo
por un resquicio de mis recuerdos.
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