De luces y transparencias
el cielo se colgó de la cornisa
misma de las nubes y
en la solariega tarde de
tu sonrisa me encrespé de
Alegres festones.
Sin amarras volé entre tus
alas y me arrullé de tus canciones.
levanté la mirada sobres tus azules
montes y me llené de fresca hierba
arrebolada de mil flores.
Sumergí mis labios
en el rocío de la
noche
para atardecer de nuevo
en tu cándida sonrisa
de piel fresca en la mañana
me anegué de tus
amores.